La salud oral es un pilar fundamental del bienestar general, y cuando se cuida en familia, se convierte en un hábito que perdura toda la vida. Enseñar a los más pequeños la importancia de cepillarse los dientes, usar hilo dental o acudir al odontólogo regularmente puede parecer un reto, pero hacerlo en conjunto lo transforma en una experiencia positiva, educativa… ¡y hasta divertida!
Los hábitos de higiene bucal se forman desde la infancia. Por eso, el ejemplo que damos como adultos es esencial. Cuando los niños ven que sus padres y hermanos mayores mantienen una rutina de cuidado oral, entienden que no es una obligación, sino una prioridad diaria.
Además, cuidar la salud bucodental en familia permite:
Detectar a tiempo problemas dentales en los más pequeños.
Reforzar rutinas saludables en todas las etapas de la vida.
Crear momentos de conexión y educación en el hogar.
Establecer una rutina en casa es la clave para prevenir enfermedades dentales como caries, gingivitis o mal aliento. A continuación, te compartimos una guía básica que puedes seguir con toda tu familia:
Es fundamental cepillarse los dientes después de cada comida, especialmente antes de dormir. Elige cepillos adecuados para cada edad y una pasta dental con flúor que proteja el esmalte.
Aunque no siempre se incluye en las rutinas infantiles, el hilo dental es esencial desde que aparecen los primeros dientes permanentes. Ayuda a limpiar los espacios entre los dientes donde el cepillo no llega.
Si en casa hay adolescentes con ortodoncia, los cepillos interdentales serán grandes aliados. Son pequeños, eficaces y ayudan a evitar la acumulación de placa entre los brackets.
A partir de los 6 años (siempre bajo supervisión), se puede incluir un colutorio adecuado para niños. Los enjuagues con flúor o acción antibacteriana son excelentes para reforzar la protección contra las caries y mantener el aliento fresco.
Una parte clave del cuidado oral familiar es acudir al odontólogo al menos dos veces al año. Las consultas ayudan a prevenir problemas, realizar limpiezas profesionales y, en el caso de los más pequeños, identificar a tiempo alteraciones en el crecimiento dental.
Inculcar estos hábitos en casa hará que los niños los repitan también en el colegio, en vacaciones o cuando estén en casa de amigos. La constancia es clave, y con el apoyo de toda la familia, cada sonrisa estará protegida.
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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
