Desde el momento en que una mujer descubre que está embarazada, su vida gira en torno al bienestar del bebé. Comienza una etapa llena de preparación, controles médicos, vitaminas, buena alimentación… pero hay un aspecto que muchas veces se deja en segundo plano: la salud oral.
Aunque parezca increíble, la boca también habla del estado general del cuerpo, y durante el embarazo puede influir más de lo que imaginamos en el desarrollo del bebé.
Durante la gestación, los niveles hormonales aumentan, y esto hace que las encías se vuelvan más vulnerables a la inflamación y a la acumulación de bacterias. Esta condición, conocida como gingivitis del embarazo, afecta a más del 60% de las mujeres gestantes.
Si no se trata, puede derivar en periodontitis, una infección más profunda que ha sido relacionada con partos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
Las bacterias que causan infecciones orales pueden entrar en el torrente sanguíneo y llegar hasta el útero. Esto puede generar una respuesta inflamatoria que desencadena contracciones antes de tiempo o altere el desarrollo del feto.
Cuidar tu boca es cuidar a tu bebé desde antes de nacer. Una mamá sana transmite seguridad, tranquilidad y amor desde el primer día.
